

Nació el arquitecto el día que nació la termita, nació la música en los cielos y bajo los mares del Pacífico. La rama se hizo techo y la lluvia se hizo caldo. Ese día, hace siglos, las primeras mujeres y los primeros hombres descubrieron que se podía tejer la historia entre bejucos y fibras, se dieron cuenta que las manos rimaban con los materiales y salían versos en formas de mochilas, chinchorros y telares.
Nació el arquitecto el día que nació la termita, nació la música en los cielos y bajo los mares del Pacífico. La rama se hizo techo y la lluvia se hizo caldo. Ese día, hace siglos, las primeras mujeres y los primeros hombres descubrieron que se podía tejer la historia entre bejucos y fibras, se dieron cuenta que las manos rimaban con los materiales y salían versos en formas de mochilas, chinchorros y telares.


Kankuamos: guardianes del alma de la Sierra